Te comparo con tormentas
Frías y devastantes
Que han arrancado el techo de mis sesos.
Con agujas que pican un rostro
Y la delgada línea de sangre que aparece dando vida.
Te comparo con un espejismo,
Distante y borroso cuando acaba de salir
De algún mágico sitio paralelo
Esperanzador
Pero falso y frustrante.
Te comparo con las puertas de una iglesia
Con letreros que han perdido letras
Con prostitutas que jamás he visto
Con clavos en las manos.
¿Y qué eres en verdad?
Una caja de color humano
Con palabras adentro
Y con existencia afuera.
Que camina destruyendo ojos
Almas y canciones.
Te comparo con la muerte
Escandalosa y serena
Fría y agotadora
Lagrimosa y doliente.
Te comparo con estas letras
Y puedes dejar de fingir
Que no me comparas contigo.
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