ABSOLUTO es el antónimo para lo
trascendental,
Lo trascendental es circular,
eficiente, la idea giratoria que cerro su fin para abrirse por siempre.
Lo absoluto es ilimitado, lo
trascendental, como por ejemplo, la pérdida de un hijo, tiene un pequeño
Quiebre...
Quiebre...
Algo se rompe en el fondo de las
almas, alguien optó por uno de los tabúes más antiguos y sombríos.
La vida es hermosa cuando la
plenitud de la libertad nos da creatividad,
Bellos paisajes, amor para
desbordar los ojos y sentir cálido el palpitar de nuestro motor/fiesta calado
en el
Pecho.
Pecho.
Ninguna lágrima es en vano, aunque
sea solo la salada química de la tristeza.
Jamás vi lágrimas de felicidad,
Jamás tuve un hijo,
Jamás gané un premio,
Soy la norma cotidiana de una reja
en la cabeza...
¡Y COMO ADORO HACER LO QUE QUIERO,
CUANDO QUIERO Y CON QUIEN QUIERO!
Jamás entendí el dinero,
No recuerdo cuando comencé a sentir
que no saciaba el hambre,
Ni la sed,
Ni la lujuria.
Quizás era muy pequeño. Estoy
seguro que era solo un niño...
Deseo dar vida con estas letras,
enaltecer la belleza de mi familia
Y que todas las lágrimas que han
derramado, hoy sean los cristales que harán brillar mi memoria.
La perfección es aburrida, pero en
nuestra sociedad tenemos la idiota ilusión que es necesaria.
Reúnan a todo el pueblo alrededor
de su casa y prendan fuego a sus pertenencias, viajen tan lejos como
Puedan
Puedan
Y vean lo que jamás imaginaron.
Ámense tan desnudos, que la fe que
los quería tapados, sea mañana la carcajada de vuestros nietos,
Hijos y sobrinos.
ÁMENSE TAN DESNUDOS, QUE EL SOL
INMACULADO Y LA PUTA DE
LA LUNA SE
REFLEJEN EN SUS CUERPOS PERFECTOS.
REFLEJEN EN SUS CUERPOS PERFECTOS.
Un eclipse a la vida.
Mi eclipse de la vida.
Los amo tanto que los dejo, que los
libero de la condena de mi propia libertad
Y que el resplandor blancoscuro de
mi muerte ilumine sus sonrisas a lo lejos.
Somos tan solo los breves segundos
en que nos imaginamos inertes,
Somos luz de agua, eterno
escalofrío de lo inexplicable.
El sentido de las cosas está en los
niños,
Solo ellos entienden que el tiempo
no existe, que el amor lo es todo,
Y que la imposición es la única
culpable del mustio apagón de los rostros.
Yo soy nada, la vela que apagó el
viento,
El viento que se quemó con la vela.
Tan amplio como el universo,
Tan minúsculo como lo que hay
dentro de él.
Espero que las carcajadas no se
detengan cuando la caja que contiene mi amargo esqueleto
Sea lanzada de vuelta a donde
pertenece.
Quiero tu risa en particular,
No hay comentarios:
Publicar un comentario