Son telarañas que impiden el movimiento
Que quiebran como dagas la superficie del intelecto.
Que matan como esponjas al resorte de la fluidez.
No me puedo mover mientras pienso
Y cuanto más pienso menos muevo al pensamiento.
Se detuvieron las glándulas hormonales
Las aves tras la ventana vuelan con envidia de mi muerte
Y yo con envidia
De sus alas.
El abandono debería ser derecho natural de los seres humanos
Y menos lágrimas pavimentar las mejillas.
Debería poder desechar la vida, porque...
Por que seguir así, detenido entre los corchos del aburrimiento,
Naufragando entre corazas sin destino...
Es mejor morir.
Si cuando miro lejos, apuntando hacia el vacío,
Hacia los enormes cerros, montañas y sinfronteras...
Mejor vivir.
El limbo de la sociedad es comer al desayuno carne humana
Y pasiones divinas.
Es autoflagelarse con ideas suicidas, con muros de vidrio verde,
Con pantallas que son sexo y son cadáver.
No más cadenas, no más de algo.
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